El Comedor “Todos por una sonrisa” funciona hace tres años en el barrio Altos de San Lorenzo, un barrio marginal de la ciudad de La Plata, donde viven familias en situación de vulnerabilidad. El comedor brinda, tres veces por semana, alimentos a más de cien niños. Este trabajo se realiza a la intemperie, en el patio de una de las familias con cocina a leña. A su vez, en el lugar funciona un taller de violencia de género y, cuando las condiciones climáticas lo permiten, se brinda apoyo escolar. Las actividades son organizadas por mujeres del barrio que se han autoorganizado y convocaron a distintas asociaciones que se han convertido en aliados para colaborar.
El objetivo del proyecto es construir de forma participativa un espacio cerrado, integrando la cocina y un ambiente amplio para que pueda ampliarse su capacidad e impacto, y también poder ofrecer condiciones dignas que conviertan al lugar en un faro.