El riesgo actual es latente y ha hecho que países enteros impongan programas de distanciamiento social y paro de labores. Estas estrategias epidemiológicas sugieren tener un efecto positivo sobre el control de la pandemia, pero tienen también consecuencias económicas de grandes proporciones, desarticulando la cohesión social sobre todo entre mujeres. Nosotras estamos convencidas-os de que la estrategia debe ser inclusiva, sistemática, integral y humanística. Proponemos integrar la evaluación del estrés y ansiedad que sea detonada por entorno y el monitoreo ultrarrápido genómico ya en etapa de prueba; ¡apóyanos queremos llegar a mil pruebas! Y así generar información contextualizada dónde los productos comuniquen el riesgo de manera digerible y así fortalezca la toma de decisiones de auto cuidado en mujeres-hijas de territorios vulnerables. La integración de los componentes en un modelo multifactorial prometen ser una herramienta para la gestión y diagnostico en salud presente y futura.