En la actualidad, muchas empresas utilizan calderas como elemento indispensable en la realización de sus actividades. Un ejemplo de ello es industria hospitalaria, que las usa para esterilizar los instrumentos médicos. La energía necesaria para el funcionamiento de las calderas suele provenir de combustibles no renovables, tales como los derivados del petróleo. Una posibilidad de mejora en esta área se encuentra en el tratamiento previo de los fluidos mediante un pre-calentamiento en un calentador solar. Si es posible utilizar una fuente de energía renovable para aportar calor a las calderas, existirá un ahorro en términos monetarios y una optimización de recursos no renovables. Por otro lado, la incorporación de PET reciclado en las tuberías que distribuyan el fluido pre-calentado se nos antoja una idea viable en tanto que baja los costos de mantenimiento de los calentadores y soporta la temperatura promedio manejada por éstos, la cual oscila entre 60-100°C.