En distintas oportunidades me he referido a uno de los problemas más difíciles que nos afectan y que lamentablemente no es solo nuestro, sino de otros países: el de la delincuencia juvenil. Pero lo que sí es una incuestionable realidad es que en el caso nuestro, es aún mucho más delicado. Las cifras estadísticas así nos lo están demostrando. Yo no solo lo anterior así lo evidencia, sino lo que a diario nos damos cuenta a través e los distintos medios de comunicación social.Las causas de la delincuencia juvenil y de que se esté incrementando en nuestro medio son múltiples y variadas. Sin embargo, lo que sí es una verdad de a puño, es que este problema se viene agravando y que el Estado debe asumir algunas políticas para contrarrestarla y, ante todo, para prevenirla.Decía que las causas son muchas y de diferente naturaleza. Entre las que debemos mencionar está la del orden económico. A nadie escapa que el notorio incremento en el desempleo y en la falta de oportunidades de trabajo.