A pesar de que cualquier persona se puede contagiar de coronavirus, desde bebés a adultos mayores, este virus ha demostrado ser especialmente peligroso para la salud de personas mayores (50+) y personas con condiciones de salud prexistentes como diabetes o enfermedades autoinmunes. Estos segmentos de la población deben ser protegidos por el resto de la sociedad, ya que un contagio conlleva un mayor riesgo de muerte. En algunos países ya se han declarado periodos de cuarentena, pero esto no elimina la necesidad de las personas de salir de sus casa a comprar alimento o medicinas. En el caso de las personas en riesgo, deberían poder permanecer aisladas y no exponerse. La idea es crear una solución low-tech, una red que conecte personas en riesgo con voluntarios u organizaciones que apoyen a estas personas, realizando por ellos la visita al supermercado o la farmacia, y entregandoles en su domicilio lo que necesitan, siguiendo un protocolo prestablecido para reducir el riesgo de contagio.