La idea consiste en eliminar los intermediarios entre productores y consumidores de pescados y verduras. El estado, mediante un convenio con los distintos productores, se encarga de distribuir los productos semanalmente en distintos lugares de la ciudad, como pueden ser los de mas difícil acceso. De esta manera, se elimina la especulación que afecta a los precios y también, los agricultores y pescadores artesanales podrán asegurar la venta de los productos que extraen y los consumidores podrán ahorrar en sus compras y tendrán acceso semanalmente a verduras y productos del mar de excelente calidad, frescos, baratos y de gran valor nutricional.