Sembrando igualdad
Buscamos trabajar con niñxs de preescolar, ya que, este grupo social se encuentra olvidado en cuanto a educación de igualdad de género de manera errada porque es en esta etapa donde se construyen los preceptos de lo bueno y lo malo y se va descubriendo la personalidad y sexualidad. Por ende deseamos diseñar un juego de mesa que cambie la perspectiva de lxs niñxs respecto al género en general, que desmitifique los estereotipos de lo que se define como masculino y femenino y les permita ampliar su mente fuera de los convencionalismos de género. Enseñándoles que no por actuar de cierta forma unx es más o menos hombre o más o menos mujer; que las acciones no definen al género y que adjetivos calificativos negativos o positivos no deben representar a un género. A partir de ello, lxs niñxs podrán practicar la tolerancia, demostrando que ser mujer no es malo, ser hombre no es símbolo de superioridad y no sentirse identificado con ninguno esta bien y no debe ser juzgado.
- Nombre y Apellido
- Raysa Domínguez
- País de Residencia
- Bolivia
- Equipo
- Estado de la Iniciativa
- Idea
- Objetivo de Desarrollo Sostenible
- Igualdad de Género
- Problema que resuelve
- Vivimos en un contexto donde ser una nena; estar con el periodo o en los días; manejar, gritar, pegar, pensar, llorar, chismear, criticar o simplemente actuar como mujer es un insulto. Además, donde por no oler a rosas, no saber cocinar, no saber maquillarse, no saber atender a los hombres, no acceder cuando un hombre quiere intimar, no querer o no poder tener hijos una mujer es considerada menos mujer. Por otro lado, los niños y hombres viven bajo la presión de que si no se desenvuelven bajo ciertos parámetros son menos hombres. Donde no mantener a su familia, no ser fuerte, no saber pelear, conducir un auto, jugar fútbol, de electricidad, plomería, carpintería, computación o incluso controlar a una mujer, los hace menos hombres. Cuidar a los hijos, hacer labores del hogar, ser enfermero, ser azafato, ser amo de casa, ser estilista, expresar sentimientos, llorar, ser sensible, ser detallista, gustar de la moda, gustar de otro hombre, se considera una ofensa hacia su propio género.Hemos crecido bajo el paraguas de todas esas ideas y no queremos que nuestrxs niñxs crezcan bajo parámetros que les quiten libertad, forzándolos a vivir con posiciones desiguales de género.Sería imposible lograr la igualdad de género si mantuviéramos las ideas que afirman que la mujer es inferior, incapaz y débil, ideas que se encuentran fuertemente arraigadas dentro de nuestra cultura y se repiten reiteradamente día a día desde los espacios de generación de conocimientos, espacios públicos, hasta en la intimidad del hogar.Se escogió trabajar con niñxs porque desde temprana edad se inculcan los estereotipos de que ser varón es bueno y un privilegio, y ser mujer es malo y una desventaja, la forma de crianza y recompensa giran alrededor de esas ideas. Así mismo se escogió a este grupo porque se encuentran en pleno desarrollo de su personalidad, determinando qué es bueno y malo, comienzan a desarrollar su personalidad diferenciándola de las demás personas, del mundo exterior, de sus contemporáneos, por otra parte, aprenden a tomar conciencia de los demás, empiezan a adquirir conocimiento de los roles, forjando los valores que les acompañarán a lo largo de su desarrollo como persona y definirán sus acciones como adultos.
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