En 2012 mi tia por parte de padre , la Sra. Miriam Bonilla, mujer de 49 años de edad con ceguera total. Se certificó en ese año en la universidad japonesa en Nicaragua, como terapeuta masajista oriental. De la cual salía sin ofertas laborales a cuales optar, sin plan de acción ni objetivos. En ese momento tuve la idea de conseguir clientes por Redes Sociales y allí nació lo que hoy es Inari Mobile Spa, una empresa conformada por mujeres, en donde el 40% de nuestras terapeutas tienen limitaciones visuales. Estamos comprometidas con el empoderamiento de las mujeres y conocer la importancia de nuestro rol en la sociedad. He decidido trabajar solo con mujeres porque somos aún hoy un sector vulnerable, vulnerables desde el punto de vista de creencias limitantes, por el mismo sistema en el que crecimos. En Inari realizamos capacitaciones laborales, charlas económicas y de crecimiento personal que nos permitan mejora continua como personas, equipo y sociedad.