La falta de oportunidades entre los diferentes actores generacionales en el trabajo y participación, causa pobreza no solo material sino espiritual, en nuestra comunidad de Tala. Apostamos a una educación de calidad, donde se visualicen los valores que poseen los adolescentes y los demás actores sociales, de construir una sociedad basada en relaciones saludables sustentadas por modos de pensar, sentir y actuar, que les permita acceder a los recursos y oportunidades para una vida más digna. Ayudamos y aprendemos de los relatos de personas de la tercera edad: saberes y modos de sobrevivir frente a las adversidades de la vida. Se habilitan espacios que propicien encuentros para una valoración de prácticas de nuestros antepasados y comunidad. Mediante una educación de calidad que trascienda la institución educativa, estaremos formando generaciones con conocimientos, valores y capacidades de administrar recursos e implementar estrategias de cómo construir una comunidad más justa para todos.