En campamentos debido a la liquidez diaria y restricciones presupuestarias los habitantes deben comprar en pequeñas cantidades, pagando más por menos.
La respuesta quizá se encuentra no en el ingreso familiar, sino más bien en el comunitario. Difícilmente se le puede pedir a una familia con un ingreso mínimo que abastezca su despensa, pero si se puede pensar en una ?despensa comunitaria? que funcione como almacén de barrio. La idea es que mensualmente o semanalmente, se realice una compra al por mayor lo suficientemente grande como para satisfacer el consumo de ?X? familias, en productos no-perecibles de consumo frecuente. Para que finalmente la familia, cuando lo necesite, pague el precio justo por la cantidad adquirida. Reduciendo el gasto mensual de alimentos, pudiendo destinar el excedente para otros fines por la superación de la pobreza o una mejor alimentación