Los educadores no pueden ignorar cómo se aprende. La neurociencia nos informa que el exigir a los estudiantes permanecer atentos al docente como mínimo 30 minutos, al igual que mantenerse sentados por tanto tiempo no solo aburre y cansa a los estudiantes, sino que dificulta y hasta puede negar que se de el proceso de aprendizaje. Las instituciones educativas no se han adaptado a cumplir el rol que deben cumplir en nuestros días. Hoy el estudiante tiene demasiada información en la web, por esto el profesor ya no tiene, como antes, que brindarla, sino guiar a los estudiantes a que descubran sus habilidades y darles herramientas que les sirvan para desarrollarlas; al igual que enseñar a los alumnos a desarrollar las aptitudes que les sirvan para ser ciudadanos comprometidos e informados sobre los hechos sociales y políticos importantes, y a ser un ser seres humanos responsables que amen y disfruten lo que hacen.