RE-EMPEZAR JUGANDO
El proyecto consiste en la creación de un espacio en donde niños/as de 0 a 11 años puedan jugar en un ambiente seguro como medio necesario para recuperar su normalidad. La base del proyecto se encuentra en la prevención y normalización como punto de partida para la recuperación.
La prevención en términos tanto sanitarios como afectivos o de seguridad, intentando recuperar la seguridad higiénica, afectiva y material perdida por la situación de emergencia acontecida. Un ambiente controlado en lo referente al acceso al agua, instalaciones de saneamiento, así como la seguridad emocional, permitirán un mayor grado de supervivencia y recuperación de los niños/as. Los niños/as para los que inicialmente está pensado el proyecto son aquellos que se encuentran perdidos, se han quedado solos o aquellos que no puedan ser atendidos por sus responsables ya que éstos están buscando otros posibles familiares supervivientes.
En el centro, apoyados por psicólogos y educadores, desarrollarán estrategias de asunción y superación de lo ocurrido, como primer paso para continuar con su vida de forma sana. La fabricación de juguetes con los elementos reciclados provenientes del desastre o materiales obtenidos de la calle, inculcará en ellos la lección del volver a empezar, del renacimiento tras la pérdida.
Todo esto se realizará en un ambiente seguro desde varios puntos de vista, como son:
- Seguridad sanitaria: dispondrán de agua potable, instalaciones de saneamiento, comida y abrigo, además de poder contar con una enfermería.
- Seguridad afectivo-emocional: el encuentro con educadores protectores así como con otros niños en su misma situación les hace sentirse parte de un grupo con un objetivo común, el superar la situación en la que se encuentran.
- Seguridad física: evitando posibles secuestros y/o abusos a los niños acogidos
Además de lo comentado, el espacio se convertirá en punto de encuentro entre niños extraviados y padres en su búsqueda, así como medio de comunicación de medidas de prevención o avisos varios a la población que se acerque.
Arquitectónicamente, el espacio será una estructura prefabricada de rápido despliegue, que aporte la solidez suficiente para el acogimiento 24 horas al día de niños y educadores. Se plantea espacios de unos 100 metros cuadrados donde acoger a entre 15 y 20 niños. Debe contar con mucha luz natural, y paredes de colores muy vivos, tanto en el interior como exteriormente, para transmitir esperanza y a la vez ser un reclamo de otros posibles niños perdidos. De igual manera deberá contar con un estandarte que pueda ser visto desde la distancia, con algún símbolo o dibujo que invite a pensar a los niños que ese es un lugar seguro y de juego.
La prevención en términos tanto sanitarios como afectivos o de seguridad, intentando recuperar la seguridad higiénica, afectiva y material perdida por la situación de emergencia acontecida. Un ambiente controlado en lo referente al acceso al agua, instalaciones de saneamiento, así como la seguridad emocional, permitirán un mayor grado de supervivencia y recuperación de los niños/as. Los niños/as para los que inicialmente está pensado el proyecto son aquellos que se encuentran perdidos, se han quedado solos o aquellos que no puedan ser atendidos por sus responsables ya que éstos están buscando otros posibles familiares supervivientes.
En el centro, apoyados por psicólogos y educadores, desarrollarán estrategias de asunción y superación de lo ocurrido, como primer paso para continuar con su vida de forma sana. La fabricación de juguetes con los elementos reciclados provenientes del desastre o materiales obtenidos de la calle, inculcará en ellos la lección del volver a empezar, del renacimiento tras la pérdida.
Todo esto se realizará en un ambiente seguro desde varios puntos de vista, como son:
- Seguridad sanitaria: dispondrán de agua potable, instalaciones de saneamiento, comida y abrigo, además de poder contar con una enfermería.
- Seguridad afectivo-emocional: el encuentro con educadores protectores así como con otros niños en su misma situación les hace sentirse parte de un grupo con un objetivo común, el superar la situación en la que se encuentran.
- Seguridad física: evitando posibles secuestros y/o abusos a los niños acogidos
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Soluciones que entreguen una respuesta rápida frente a las necesidades básicas y humanitarias producidas por una emergencia o catástrofe
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