Todos los años visito Purmamarca, sin embargo mi último paso por la localidad fue diferente gracias a José.
José vive allí hace 30 años y se gana la vida vendiendo artesanías. Gracias a postales de la zona que vendía, le conté que este año quería ver lo no tan conocido.
Con un sencillo mapa, el vecino me guio hasta rincones que nunca había sentido nombrar. Y así llegué a recodos, personas y sabores que desconocía hasta entonces y me llevé un amigo y nuevas experiencias para recomendar.
Con esta experiencia propongo dejar de lado las clásicas guías turísticas para tener una mirada diferente y más profunda de cada provincia argentina. Y que esto sea posible de la mano de los que mejor conocen la zona: sus habitantes.
Mi propuesta busca crear un registro de lugareños capacitados para brindar esa asistencia con los detalles que las grandes empresas turísticas dejan de lado. Esto en busca de generar más empleo gracias al intercambio cultural, algo que va mucho más allá de la naturaleza.