A veces pensamos que Chile es un país afortunado a no presenciar tanta discapacidad en las calles o lugares públicos, eso no significa que NO tengamos discapacitados, SINO que ellos están OCULTOS bajo el miedo, la inseguridad y la EVENTUALIDAD. Eso llamado EMERGENCIA o ACCIDENTE, para un discapacitado debe ser una doble tarea quizás no en el control interior sino por la falta de recursos o herramientas para poder tomar la SALIDA DE ESCAPE.
No escuchar la alarma de emergencia, recibir empujones de quienes en descontrol quieran arrancar, no percibir si estás seguro o todavía estás en peligro, son sentimientos intensificados en una persona con discapacidad.
Enseñemos a nuestros discapacitados que cuando la luz parpadee de tal modo o cuando la alarma emita tal sonido debe seguir la ruta de escape trazado mediante color o braille en revestimientos de muro y/o piso y buscar las zonas de seguridad que también serán reconocidas por el olfato, con especies aromáticas. AUMENTAR LA SEGURIDAD.