Como mujeres indígenas jefas de familia que vivíamos en condiciones extremas lo que nos inspiróa desarrollar este proyecto fue la necesidad de mejorar nuestra calidad de vida, creamos productos innovadores cuidando y proyectando el rescate de nuestra gastronomía prehispánica, además de fortalecer nuestra identidad cultural ya que les colocamos decorados bordados regionales hechos a mano como principal diferenciador en el mercado, generamos ingresos que impactan a nuestros hijos pequeños, pero la parte más noble, es haber erradicado la violencia de género, nuestras compañeras ya no permiten ser maltratadas ni ellas ni a sus pequeños, trabajamos en armonía con el medio ambiente, nuestra meta es seguir creciendo y exportar ya tenemos FDA y después de un esfuerzo pudimos firmar contrato para desarrollar el modelo de franquicia de nuestra marca y con ello no solo promover productos sino tiendas con productos, a mercados específicos que den valor real a este tipo de productos