El proyecto busca fortalecer el sector apícola de Guatemala, El Salvador y Costa Rica, con potencial para ayudar a mitigar los efectos del cambio climático y contribuir en las estrategias de reducción de la pobreza. Los pequeños apicultores son en mayoría los que conforman el núcleo productivo, están en zonas vulnerables al cambio climático y hay una creciente demanda de miel en los mercados. Se propone un observatorio de la cadena de valor apícola con 2 componentes: producción y comercialización, brindando información a los actores para negociar mejor y prever el efecto del clima en la producción, reduciendo su vulnerabilidad. Los actores recibirán notificaciones con información relevante en sus dispositivos móviles y a la vez tendrán que alimentar el observatorio con datos de clima y floración, para que centros de investigación, ONGs y gobiernos analicen y transformen estos datos en información relevante, como parte de la escalabilidad con potencial de réplica en el resto de países.