Crearemos experiencias, no productos
Los trabajos del futuro estarán volcados hacia el cliente final, el consumidor o usuario, por ello la forma de producir evolucionará a un modelo que se centre en ofrecer experiencias, no solo un producto o servicio. Las empresas que son reconocidas a nivel mundial, con frecuencia lo hacen fortaleciendo una marca, creado un relación con las personas en la cotidianidad, fidelizando a sus consumidores a través del sentido de permanencia a un grupo.Para alcanzar este paradigma, las empresas necesitarán volcar sus esfuerzos hacia el cliente más que a la misma empresa, y contar con directivas creativas e innovadoras, así como con equipos ágiles, con trabajadores pro activos y preparados.Los negocios y empresas necesitan evolucionar, centrarse en las necesidades de la gente en lugar de los intereses de la empresa, esto generará trabajos que saldrán de las estructuras tradicionales, trabajos cuyos resultados brillarán en un mercado donde cada vez hay más ofertas y cuesta recalcar.
- Nacionalidad
- Chile
- Región
- Región Metropolitano de Santiago
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- En el presente la oferta de productos y servicios es abrumadora, cualquier necesidad puede ser resuelta por un amplio número de proveedores que viven una batalla constante tratando de posicionarse por sobre la competencia.Las empresas que lo han logrado son reconocidas a nivel mundial, son distinguibles en cualquier lugar a través de sus sellos característicos, su logo, sus colores, su diseño en el producto, etc. Tienen una firma que los distingue, y que llegado un punto se vuelve parte de la vida cotidiana de las personas, entonces ya no hablamos de un simple producto o servicio, estamos hablando de una experiencia.Esta experiencia va más allá de la compra o el uso de lo que ofrece la empresa, da un sentido de pertenencia a un grupo, a una tendencia, permite sentirse identificado con algo, tanto así que un producto determinado puede hablar sobre la personalidad de quien lo usa. Llegado este punto las empresas tienen el éxito casi asegurado, pues su marca las trasciende, ya no venden productos, venden experiencias, las marcas de alguna forma pasan a ser inmortales.Las empresas medianas y grandes deben empezar a pensar de este modo, cambiar el punto de vista desde el cual observan el mercado y, en consecuencia, dejar de lado, dentro de lo posible, los intereses de la empresa para volcarse hacia las necesidades del cliente, para conocerlos, observarlos, escucharlos y fidelizarlos.En el futuro ya no se venderán productos, se venderán experiencias, en un mercado cada vez más saturado hay que ofrecer algo que vaya más allá, algo nuevo, algo que dure y coloque a las empresas en el diario vivir de los consumidores.Lograr esto implica un trabajo arduo de investigación y marketing, pero también de estructuras ágiles, de modelos de negocio innovadores y de metodologías ágiles, el trabajo que realizarán estas empresas es el trabajo del futuro, un trabajo que escapa de las fórmulas tradicionales, un trabajo que innova y busca soluciones que simpatizan con la gente, soluciones que las personas quieren tener y vivir, soluciones nuevas en mercados saturados de proveedores ofreciendo lo mismo una y otra vez.Los trabajadores que participen en los trabajos del futuro estarán conscientes de como los modelos evolucionan, de como los métodos arcaicos ya no son válidos, pues ya no esperamos que un producto solo funcione, necesitamos que también sea atractivo y novedoso, y esto implica ir un paso más adelante.El trabajador del futuro se preparará más allá de lo técnico, la oferta de profesiones es demasiado amplia y la posibilidad de estudiar esta cada vez más al alcance de todos, por ello el desarrollo profesional será cada vez más horizontal, se dará un nuevo valor a las habilidades blandas, comunicarse efectivamente, trabajar en equipo, ser creativo, pro activo, trabajar bajo presión o tolerar la frustración serán habilidades claves en los trabajos de futuro.Un trabajador valioso será también aquel que se conozca en plenitud, que reconozca sus fortalezas y debilidades, que sepa en que circunstancias destaca y como lo logra. Los trabajadores deberán identificar sus cualidades propias, no pensando en quien es mejor o peor, sino que entendiendo que cada quien tiene rasgos distintos y por tanto adecuados para distintas realidades, pero que bien ubicados en grupos bien compuestos alcanzan una sinergia sumamente valiosa para la empresa y para el flujo del trabajo.Los procesos de selección de trabajadores tendrán que ser mucho más participativos, tendrán que identificar las cualidades de las personas más allá del papel, identificar en qué roles se sienten más cómodos, en que condiciones se desempeñan mejor y como la suma de todo esto beneficiará a la empresa.Los trabajos del futuro estarán enfocados en brindar una experiencia al cliente final a través del producto o servicio, pero también darán una experiencia al trabajador, permitiéndole desarrollarse como persona, a entender su valor y potenciarlo. Las empresas y los trabajos del futuro serán ágiles y por ello se sentirán vivos, vivirán a través de sus productos en las vidas de las personas, serán productos que representarán a la marca y la harán estar presente en las realidades de todos quienes la elijan.
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