Se trata de la posibilidad de observar si este virus denominando COVID-19 puede ser detectado a través de una sencilla prueba de saliva que reaccione cambiando de color al mezclarla con una sustancia especifica. De manera que introduciendo una pequeña cantidad de saliva en un tubo de ensayos que contenga la sustancia reactiva se pueda obtener una coloración que ponga en evidencia la presencia del virus (similar al método para detectar cloro en el agua). Serán los laboratorios los encargados de encontrar el compuesto necesario. Quizás también se pueda observar cambios en la mezcla, de color u otros aspectos, a través de la incidencia de la luz, tal como se hace para detectar huellas dactilares.Debe ser un testeo de fácil acceso para que cualquier persona pueda realizarlo diariamente y desde su hogar. A partir del resultado podría establecerse un protocolo de diferenciación para determinar medidas a seguir.